LA COPA DE LA CABECERA
Dicho esto, podemos dejar los asientos, levantar la vista, repetir lo
dicho. Con el proceso nominativo convoca para pedir, el precio del sonido, de
su sonido, resulta medido cuando se junta la vida con la noche. Pero la vida no
piensa del modo que aquí se expone, aunque sea cierto que una conglomeración de
predicaciones la puede sugerir, pero esa sugerencia es aspirada por la
autonomía de lo unitario.
Éste es el perfil circense de toda vida trágica, el estar atado a lo
real por un número determinado. Sus bordes romos, su egreso manipulado por la
industria del silencio, la industria de un cuerpo que no deja de parir.
Hay un único poder que no nace. Precediendo a todos los nacimientos.
Siendo pacífico, aleccionador o punitivo, con distintas combinaciones reales.
Estas variaciones se representan al estudiar las prótesis y las carencias
humanas de los jugadores. Ya que después del silbato sucede lo que ya sabíamos:
el poder corre en cualquier dirección y no favorece a ninguno de los conjuntos
que se presentan.
Miente al salir el decorado, con las manos sujetas detrás. Si el viejo
edulcorante se cae de los libros perderemos todo, dice. El bodegón habrá pasado
al juicio, y ya no habrá terceras dimensiones.
Se suele ocultar que cualquier meditación tiene un punto de fondo, una
aspiración estructural que le es propia aún en su inquietud, que por eso
existen frases que nos llevan al llanto, cuyo motor es la superficie de
meditación en su diámetro y la reunión de lo alto y lo bajo.
Otro aspecto es la reversibilidad del concepto, sea este unitario o
plural, pues cuando la verdadera lluvia salpica la tabla los datos se arrastran
hacia fuera, produciendo conjuntos extraños y brillantes.
El objetivo de esta filosofía permanece tras cada palabra sumergido en
un mar de poliedros.
La hermosura del discurso permite falsear la verdadera motivación, ya
que aclarar es un trabajo que envejece por abajo y por arriba mantiene la
juventud, caudal de fuerza y frescura, palo mayor, columna, estaca.
Falleció el superhéroe, su enorme cantinela cayó al pantano, el pantano
alojó primero un poco de electricidad, hasta que lo húmedo se deshizo en lo
seco, apagándolo en ese aspecto, para siempre, para siempre.
Discute la eficacia, critica el párrafo 3, pero cae en la debilidad: el
fracaso no está en perífrasis ni es el puerto de la obra.
Y sin embargo nada circula en vanidad, aunque la disposición es
asombrosa y edificante Kierkegaard la rechaza, que sea de familia de atletas le
dificulta el interés por los domadores de ideas.
La transmisión de ideas recalienta el foco, porque no pasan de a una
sino en masa, y lastiman el sistema de comprensión hasta trabar el libro, el
libro que no puede chocar.
Son varias las puertas al principio y también son muchas al final.
La vida es en medio. Negro y blanco. El pensamiento aspira la
combinación en su punto de saturación, justamente sobre el borde en que se
pliega la estampa. Tiembla el adorno al no poder sacar al cuerpo de la
concentración, la noche se despliega y canta.
Aquí los nombres tienen entre otras funciones destacar sucesos. No
necesitan para hacerlo autorización ni el apoyo de las mayorías, eso es todo,
la minoría califica al aceptar.
Acostumbran a caer en los caminos como los árboles rebeldes.
El delirio no puede recordarse con nitidez, pero es bien definido el
rumbo semoviente de cada fracción.
Sector
Pues queda demostrado por un último caso en que lo grande se hizo chico
sin dividirse.
Lamiendo el rodillo que sostiene desde el centro la gran figura
planetaria.
En la parte, adornar su alejamiento con la fuerza de los ojos. En todos
los sentidos encontramos emoción y
lágrimas en la gran bahía. Es allí donde nadan los depresores y las bromas
naturales.
Pero… ¿En cuál invasión el cuerpo alarmado resbaló valle abajo?
Componentes
modernos descienden por los muros. Comprendamos qué pasa en el patio; antes, de
que los muros fueran caminos. Como si estas cosas se juntaran dando origen a
una nueva multiplicación y generación de patios.
Esta sorpresa que
desean diluir no puede ser movida. Debajo suyo, sugieren deportes como forma de alimento, las barandas no
funcionan y lo alto deshace el moño con
excesiva devoción.
Aunque ¿Cuándo tomé
de tema la desgracia pulida de los semanarios? Nunca. El estilo permite la
victoria de lo polimorfo; pero nunca la de su oponente liso.
Intentemos afrontar
el silencio, con lo interior de la categoría expuesta, en los textos ya
dotados, de la frescura sureña que precisa cada tanto, el manoseo de los
profesores.
Un paréntesis
bajaba, de la pizarra al cuaderno, con ciertas verbalizaciones asociadas, en un
tumulto de colores madera y blanco, desde el medio lo interior del paréntesis
atraía respeto, que se medía con la pulcritud del cuaderno y el asombro de los
socios bañados en la espuma de las ciencias.
No quiero redirigir
mi locución, ni aumentar sus márgenes, ni privarme de su posible valor, ni negar la posibilidad de fracasar,
ruidosamente, mientras la siesta se sube al trampolín, fiesta, de sentidos,
todos con los móviles flotando, la cantidad de comas aumenta notablemente, el
mundo se vuelve fragmento.
Ante la facilidad
del dicho me opongo. Quién es el modelo que porta el juicio?!!! Quién mide las
partes de la mezcla?!!! quién después de ser medidas las junta?!!! Quién se
come este proceso?!!!
El que ocupa los
vacíos del monarca. Se ha dado en llamar a las ocurrencias que deja caer:
ideas. La bandera del pueblo sucia, la entrada interrumpida en el ramaje. En lo
alto de las copas: la sorpresa de otro idioma que contesta.
canto
Suena bien la
reflexión (hermano interior): el emblema y sus piezas están en su sitio,
ponerle nombres a las partes es difícil. Hay para mí un momento superior,
limpio, cuando en el instante de casi atrapar la idea caigo; porque la
figuración y el clima del pariente se retiran. Entonces presiono mi guitarra y
canto, canto a la luz gratuita y profunda del hermano interior.
Si las lágrimas del
filósofo cayeran al polvo, si el conocimiento geriátrico se pusiera en marcha,
si el ventosario sentimental tuviera un dónde, claro que quisiera entrar a
ver!!! en el centro, allí, en el estadio
de las pasiones que luce abandonado.